La crisis del año 2000
La llegada del nuevo milenio ha traido consigo un gran problema para los sistemas informáticos, conforme pasa el tiempo, más y más compañías se preocupan por el año nuevo del 1 de enero del 2000.
En Estados Unidos se le conoce como “La crisis Y2K”. En nuestro país, el Banco Central emitió una resolución que obliga a todas las instituciones financieras al establecimiento y ejecución de un plan para solucionar los problemas relacionados con el año 2000. Más detalles pueden encontrarse en la dirección: http://www.bancentral.gov.do/p2000.html
¿Cuál es el problema?
El problema básico surge porque muchas aplicaciones y computadoras no utilizan 4 dígitos para la fecha, sino sólo 2, por ejemplo: 98 lo interpretan como 1998, 99 como 1999. Así pues, estos sistemas funcionarán de manera errática, o simplemente no funcionarán, cuando llegue el año 2000, pues pensarán que se tratará del año 00 que, o no está definido, o lo interpretan de otra manera. Por ejemplo, muchas PC viejas creerán que la fecha correcta es el 1 de enero de 1980; otros sistemas creerán estar en el 1 de enero de 1900, e incluso algunos interpretarán fechas más extrañas aún.
Es importante señalar que, contra la creencia popular, aparte de los sistemas de computadoras de las empresas, cualquier dispositivo que cuente con un procesador y código ejecutable puede sufrir con el cambio de siglo. Por ello, las centrales telefónicas, las computadoras personales, los ruteadores y el equipo de telecomunicaciones, los automóviles con equipo electrónico, los relojes de control de llegada e infinidad de dispositivos deben ser monitoreados para ver cómo se comportarán.
En las Empresas:
¿Cómo se resuelve el problema?
Existen dos maneras:
(a) Aumentar el ancho de los campos de fecha para que tengan 4 dígitos en todo los programa. Este es el mejor método, pues resuelve el problema a largo plazo (por lo menos en lo que llegamos al año 10,000), pero consume mucho tiempo y dinero.
(b) Pivoteo, que es una técnica que permite mantener el uso de dos dígitos para la fecha y lo que se hace es establecer una “fecha pivote” que permita diferenciar de qué siglo se habla: si se establece la fecha pivote como 60, cualquier fecha que termine en 60 o más será asumida como del siglo 20, y cualquier fecha menor a 60 será asumida como perteneciente al siglo 21.
El detalle es que este método tiene problemas adicionales, pues no hay un estándar aceptado para la fecha pivote y el problema se resuelve sólo por un número dado de años.
¿Cómo enfrentar la situación?
(a) Auditar todo el hardware, software y equipo electrónicos en la empresa para localizar dispositivos que dependan de alguna manera de la fecha para su funcionamiento. Aquí es importante no dejar de lado ningún equipo, por pequeño que sea, pues precisamente puede ser el culpable de que su infraestructura de
cómputo falle el 1 de enero del 2000.
(b) Investigar con los proveedores si cada equipo o programa tendrá problemas con la llegada del año 2000.
(c) Decidir si los cambios serán hechos por la propia empresa, se contratará a otras empresas para hacerlos o se llegará a una solución intermedia.
Como puede verse, aparentemente el problema parece no ser tan grave, ya que basta con modificar los sistemas de acuerdo con una de las opciones mencionadas. Sin embargo, la enorme cantidad de códigos a modificar y los problemas de interoperabilidad hacen que se convierta en una bola de nieve cuesta abajo.
Aunque no hay un consenso generalizado, los analistas y la industria en general calculan el costo de modificación de sistemas entre 200 mil millones y 1 billón de dólares a nivel mundial .
Algunos hechos interesantes sobre el tema
(a) La fecha límite aceptada para realizar los cambios es el 1 de enero de 1999. Sin embargo, se estima que cerca del 50% de las compañías no lograrán hacer los cambios para ese día.
(b) El consumidor típico de los grandes servicios de “outsourcing” en Estados Unidos desembolsará de 7 a 100 mil dólares diarios durante cerca de un mes para lograr la conversión y prueba de sus sistemas.
(c) Merryl Linch está a la mitad del plan que contempla la corrección de cerca de 150 millones de líneas de código, mientras que la Great Western Financial Corp., está gastando casi 5 millones de dólares en la conversión de unos 8 millones de líneas de código.
(d) MasterCard International (Nueva York) inició sus planes de conversión desde 1994.
(e) IBM anunció un contrato de “outsourcing”con Prudential Insurance Co., por 200 millones de dólares.
Impacto en la vida diaria
Aunque usted crea que la llamada “crisis informática” del año 2000 es un problema que sólo afecta a las corporaciones, no esté tan seguro, porque es probable que afecte su vida personal, al estar relacionado implícitamente con casi todo: su póliza de seguro, su cuenta bancaria y hasta con el teléfono. Falta mucho para resolver el cambio de fechas, y el 2000 se acerca.
¿Un bebé de 100 años de edad?, ¿una llamada telefónica que duró 99 años?
Esto parece ilógico, pero es algo que puede convertirse en realidad con la llegada del año 2000 en un documento generado por un sistema computacional que no se actualizó para poder soportar los cuatro dígitos que maneja este año. Si usted analiza cuantas cosas cotidianas giran en torno a la tecnología
encontrará que casi todo depende de ella: los elevadores, los monitores, sistemas ambientales, relojes, y de manera implícita está presente en los servicios médicos, bancarios, de gobierno, de seguros y procesos de
manufactura, entre muchos otros.
Por ejemplo, puede suceder que al llegar a un cajero automático, la pantalla le indique que hay un error y que su cuenta no existe. Pero la odisea no termina allí, porque si usted planea regresar a casa después de festejar en otra ciudad o país la llegada del año nuevo, se encontrará con que probablemente la aerolínea esté fuera de servicio ese día.
En otras palabras, podrá parecer que el mundo se ha apagado y todo a consecuencia de dos números. Sí, porque con la llegada del año 2000 muchos chips y controladores de los que depende la programación de aparatos tan cotidianos como los hornos de microondas, las videocaseteras, las televisiones y radios
despertadores, sin olvidar las computadoras, no reconocerán el manejo de cuatro dígitos. Sólo faltan dos años para que esto suceda, y si los proveedores y fabricantes de equipos y dispositivos electrónicos no actualizan sus programas, es un hecho que éstos se habrán quedado atrás con el siglo.
Algunos efectos
Imagine que al hacer una llamada telefónica a las 23:59 horas del 31 de diciembre de 1999 para felicitar a un ser querido por la llegada del año nuevo, y la termina a las 12:01 del primero de enero, en su recibo telefónico le facturarán nada menos que una llamada de 99 años y dos minutos; claro, ésto si la compañía telefónica no actualizó su sistemas computacionales.
Los hospitales son otro campo donde puede impactar fuertemente la llegada del año 2000 si no se toman medidas a tiempo, lo que se puede reflejar en que un bebé al nacer tenga 100 años, o que las bases de datos con los expedientes de los pacientes se borren y los monitores para ecografías y rayos X se apaguen.
En lo que se refiere a las empresas de producción y manufactura el peor escenario se refleja en los sistemas de seguridad al dejar a los empleados afuera, al no funcionar los sistemas de acceso y relojes de control de
llegada, y en la interrupción de las líneas de ensamble de producción.
Por otro lado, la compañía inglesa de aviación British Airways, anunció que prefiere perder millones de dólares como consecuencia de no operar el primer día del año 2000 ante el temor de arriesgar vidas humanas con los sistemas de navegación, de control aéreo, y de aterrizaje que utilizan dos dígitos para
almacenar el año.
Y es que la solución del problema, aunque parezca fácil de implantar, tiene múltiples implicaciones.
Por ejemplo, tal vez los bancos estén apurados e invirtiendo millones de dólares para que las tarjetas de crédito no tengan ningún problema al ser utilizadas el 1 de enero del 2000, pero falta que las cajas de tiendas, supermercados, restaurantes, y almacenes, entre otros, también sean arregladas.
Otros adelantos tecnológicos en riesgo son los edificios inteligentes, los sistemas de control de acceso a corporativos, fábricas, y cárceles, las bóvedas de seguridad, y algunas agendas electrónicas, entre otras cosas.
No todo será caótico
Como usuario de una agenda electrónica o asistente personal, de una impresora o de aparatos electrónicos como la televisión, videocasetera o de un radio reloj despertador no tiene porque preocuparse por la llegada del año 2000.
Mientras que los primeros dispositivos están preparados para manejar los cuatro dígitos, las impresoras dependen de las computadoras para desempeñar su trabajo y los aparatos electrónicos en su mayoría sólo manejan como fecha el día y la hora, a excepción de las videocaseteras que sí incluyen el año.
En este caso, los modelos más recientes sí manejan el año 2000, mientras que algunos no tan nuevos sólo están configurados con dos dígitos y allí sí puede tener algún contratiempo al tratar de programar la grabación de alguna transmisión o película, porque el aparato no reconocerá el nuevo año.
De los asistentes personales como las Palmtop de Hewlett-Packard, y las Pilot de 3com, por ejemplo, están listas para soportar el manejo de cuatro dígitos.
Conclusión
Aquellos que aún piensen que la “pesadilla informática” del año 2000 se limita a afectar a las empresas, podrían encontrarse con una sorpresa el primer día del nuevo milenio al utilizar elevadores, videograbadoras, aviones, tarjetas de crédito, hornos de microondas, y algunos otros artefactos.
Web de la semana: http://www.year2000.com/