Robo de móviles: ¿Un mal sin remedio?
Según datos de la Policía Nacional, en los últimos cuatro años se ha reportado el robo de más de 63 mil móviles
Por: Argénida Romero
Link al artículo original publicado en Piensalo.com.do.
¡Dame tu celular!. Nervioso, o nerviosa, le entregas el aparato con deseo de no hacerlo. En una fracción de segundo piensas que lo estás pagando por couta, que tienes “media vida” en ese móvil, que trabajaste mucho para comprarlo. A unas cuadras de allí, en un semáforo en rojo, un hombre con casco se detiene junto a un vehículo, mete la mano en el interior y arrebata un móvil, dejando una llamada inconclusa o un mensaje a medio enviar. Ayer te contó tu amiga que le abrieron la cartera y le sacaron el móvil. A tu tía, mamá, hermano… le “desaparecieron” uno cuando dieron vuelta la cara y lo dejaron sobre una mesa.
El robo de móviles se inició y creció a medida de la popularidad de estos aparatos de telefonía y comunicación, desde comienzos de la primera década del 2000. Y con la llegada de los llamados telefónos inteligentes (smartphones) parece que su posesión es una suma de riesgo para ser atracados y hasta asesinados.
Los casos de homicidios durante atracos, cuya motivación es el robo de un móvil, han sido un tema de preocupación y, en algunos casos, de gran cobertura mediática. El caso de la joven estudiante Vanessa Ramírez Faña, asesinada en Santiago durante un atraco para robarle el móvil en 2006, es probablemente uno de los primeros sucesos de este tipo que acaparó la atención social y generó alarma ante la entonces “nueva modalidad de robo”.
Sin embargo, morir en un atraco en que el celular sea el móvil del robo parece no ser un hecho mayoritario durante estos crimenes, de acuerdo con datos de la Policía Nacional, que registra el reporte de robo, desde el año 2015 al 2018, de unos 63,514 móviles. De este total, 58 casos corresponden a homicidios.
Por supuesto que el hecho de que puedas ser asesinado durante un atraco por tu móvil, por menos casos que sean registrados, es preocupante y además no minimiza el trauma de un robo y nos da uno de los peores indicios: que no estamos seguros.
Y este escenario nos plantea la gran pregunta: ¿Qué motiva estos robos?
El IMEI no es suficiente
El International Mobile Equipment Identity (IMEI), que en español se traduciría a «identidad internacional de equipo móvil», es la huella digital de un celular. Consiste en una serie de 15 digitos únicos en cada móvil y está formado por cuatro apartados: los seis primeros dígitos -Type Allocation Code (TAC)- señalan el país en el que se creó, los dos siguientes -Final Assembly Code (FAC)- indican quién es el fabricante, le sigue el número de serie (SNR) y, finalmente, un dígito verificador (aunque no todos lo tienen).
En teoría, el IMEI es la garantía de autencidad del móvil y permité no solo su identificación, sino su rastreo, bloqueo y desbloqueo.
A partir de 2012 la Asociación Global de Ecosistema Móvil (GSMA, por sus siglas en inglés) empezó a crear una base de datos de IMEI o “lista negra”, en la que se registran los números de identificación de móviles robados o extraviados.
En 2015 las compañías telefónicas de República Dominicana firmaron un acuerdo con GSMA, por lo que desde ese año los móviles robados en el país y reportados a las distintas compañías telefónicas son registrados en esta lista, que es de consulta pública en la página de GSMA.
Se supone que los IMEI incluidos en esta lista evitan que los móviles a los que corresponden puedan ser activados nuevamente, lo que desmotivaría su robo… pero parece que no es suficiente.
“Los teléfonos inteligentes actuales traen tantas prestaciones técnicas que pueden usarse sin necesidad de tener servicio de una compañía celular, por ejemplo, se conectan a una red WiFi y listo. Por lo que se pueden usar para escuchar música, ver videos, jugar videojuegos, y comunicarse a través de todas las redes sociales”, precisa Mite Nishio, ingeniero en sistemas y consultor en tecnología.
Nishio también señala que para que esta lista tenga alguna utilidad, los robos de móviles deben reportarse. Además, las compañías que activan móviles y las autoridades deben consultarla para verificar que el aparato no sea robado.
Para Darío Martínez Batlle, ingeniero en computación y especialista en analítica de redes, la situación es más compleja.
Aunque coincide con Nishio en la posibilidad de uso de móviles sin estar conectados a una red telefónica y de mal uso o no uso de la “lista negra” de GSMA, agrega otra vertiente. “La medida asume que el principal móvil de los ladrones de móviles es la reventa, y me parece a mí que eso está lejos de ser el motivante de la mayoría de los hurtos. En cambio, los móviles sustraídos son desarmados y sus piezas terminan en muchos «talleres de reparación de móviles».
A esto, tanto Nishio como Martínez Batlle, suman otro elemento: la posibilidad, y facilidad, con que se puede alterar el número de IMEI. “Es fácil cambiar el número de IMEI de un móvil con procesos al alcance de cualquier maleante. Y aunque se supone que al momento de activar un aparato el IMEI debe ser verificado via software y contra la etiqueta física del aparato, ésta también es fácil de falsificar”, apunta Martínez Batlle, aunque matiza al considerar que “los número IMEI no son aleatorios, tienen patrones que pueden determinar su validez”.
Y para muestra, un “googleado”. Colocar en el buscador “programa para borrar IMEI” arroja cerca de 287,000 resultados que incluyen enlaces en los que hasta con videos en YouTube te explican como alterar este número de identificación.
El pasado 3 de junio, el director de la Policía Nacional, mayor general Ney Aldrin Bautista Almonte, se quejaba durante un encuentro con la Comisión Permanente de Tecnología de la Información de la Cámara de Diputados que se deben establecer penas a quienes operan “cajas de desbloqueo de celulares”, sin contar con licencia para ello.
Afirmó en esta reunión, en la que se discute un anteproyecto de ley que busca regular la venta y posesión de móviles para prevenir los crimenes motivados por su robo, que el país no cuenta con regulaciones contra el desbloqueo de celulares, lo que provoca un gran número de personas que utilizan diferentes celulares con un mismo número de IMEI, lo cual es improcedente porque “la inscripción de 15 dígitos puede modificarse”.
Piénsalo trató de gestionar una entrevista con el actual director de de Investigaciones de Crímenes y Delitos de Alta Tecnología (DICAT), coronel Billy Alcántara, para indagar sobre este y otros aspectos relacionados con el hurto de móviles, pero se vio imposibilitado ante los formalismos burocraticos a través de la Policía Nacional, a pesar de hacer contacto directo con el incumbente de esta dirección.
“Desguazar” un móvil
Existen en el país diversas empresas que ofrecen servicios de reparación de móviles, con las formalidades requeridas, pero también es fácil identificar pequeños talleres o tiendas, en sectores y barrios en los que se reparan móviles.
En 2015 la la Asociación de Dueños de Tiendas de Celulares (Adutcel) se quejó de los allanamientos hechos por el Instituto Dominicano de Telecomunicaciones (Indotel), en ese entonces dirigido por Gedeón Santos, a tiendas de móviles. Estos allanamientos iban dirigidos a confrontar la situación de robos de móviles y su uso para reparación y reventa.
El siguiente incumbente de Indotel, José del Castillo Saviñón, en marzo de 2017 y con siete meses en el cargo, advirtió que emitiría una resolución para establecer un regimen de consecuencias contra los dealers que vendieran móviles robados reactivados.
De la resolución no hay constancia de que se haya emitido, y los allanamientos parecen se registran en contadas épocas de manera masiva, de acuerdo con los registros de prensa. Lo que parece evidente es que existe poco control sobre cómo muchas tiendas de móviles que se dedican a su reparación obtienen las piezas de reemplazo.
¿Soluciones?
En las últimas semanas se ha reaccionado sobre un anteproyecto de ley de regulación de compra y ventas de celulares, motivado por la diputada Maria Gallard y que ahora es estudiado en la Comisión Permanente de Tecnología de la Información de la Cámara Baja.
Entre otros puntos, este anteproyecto establece como medidas para desmotivar los crimenes relacionados con el robo de móviles la prohibición de la compra o venta de aparatos telefónicos sin un certificado de titularidad; e impedir el desbloqueo, activación, cambio de piezas o desmembramientos de los aparatos que no consten de un documento que certifique que el aparato fue comprado.
Según una publicación del periódico El Caribe, Indotel reaccionó al anteproyecto con reservas y apuntó que es “de difícil aplicación en el país y resulta extremadamente complicado y también fácil de burlar presentando copia de un supuesto certificado de compra de equipo celular”.
“Para las prestadoras resultaría un tanto improbable de verificar la veracidad de dicho certificado debido a la multiplicidad de tiendas que venden equipos celulares tanto por internet (lo cual no es controlado por las prestadoras) como a nivel local donde el usuario puede adquirir libremente los mismos”, indicó Indotel.
Para Mite Nishio, ingeniero en sistemas y consultor en tecnología, se pueden tomar varias medidas para contrarrestar el robo de móviles. “Hay que reportar todos los teléfonos robados para que estén en la base de datos de IMEI local, así mismo, se deben actualizar constantemente a las bases de datos internacionales de IMEI con los datos del país”, señala como primer paso.
También aconseja la regulación del “blanqueamiento” de IMEI y números de series de móviles y apoya el punto del anteproyecto de la diputada Gallard sobre exigir la presentación de facturas de compra a tiendas y personas que venden móviles.
Además, aconseja a los propietarios de móviles tener “una App para que en caso de robo transmitan su ubicación tan pronto se les conecte a Internet y que además reporten automáticamente a las autoridades”.
En tanto que el especialista en tecnología Darío Martínez Battle considera que se debe educar a la población para que minimice las ocasiones de atraco, aunque en caso de ser víctima de un atraco para robar su móvil entienda “que un aparato, por moderno que sea, no vale la vida”.
Llama a una campaña para enseñar a los usuarios de móviles inteligentes a utilizar las funciones de respaldo que tienen todos los aparatos iOS y Android, y “que respaldan lo que hacemos con el aparato, pues muchas veces las fotos y vídeos valen más que el dispositivo mismo”.
Martínez Batlle se muestra pesimista ante medidas como listas negras de números IMEI o con otros mecanismos parecidos, “pues siempre habrá maleantes dos pasos más adelante que tales medidas. Creo más en la prevención”.
Pero sí prioriza como una gestión importante para disminuir el hurto de móviles la de vigilar y controlar el funcionamiento de talleres de reparación. “De la misma manera que muchos talleres clandestinos de vehículos operan con piezas robadas, muchos talleres de reparación de móviles están en las mismas sombras. Los ladrones de móviles son «proveedores» de tales negocios, así que una manera de cortar el flujo es monitorear los talleres clandestinos y ahí encontrarán los «suplidores» tarde o temprano”.