Trabajando en el plan estratégico para lanzar el servicio de Internet de Codetel en 1995, vimos que era necesario visitar una operación existente en uno de los países latinoamericanos. No había mucho de donde elegir, porque en ese tiempo Internet no estaba comercialmente disponible en la mayoría de los países.
Solicitamos la ayuda de la Asociación Hispanoamericana de Empresas de Telecomunicaciones
(AHCIET), y nos consiguieron una pasantía en
Radiográfica Costarricense (RACSA), la empresa estatal de Costa Rica responsable de comercializar los servicios de datos. Costa Rica era uno de los países de latinoamérica más avanzados en telecomunicaciones, cuando todavía predominaba el monopolio estatal en los servicios telefónicos de los países latinoamericanos. Así que más o menos en Abril del 1995 viajamos a Costa Rica el encargado de operaciones de servidores Unix, el encargado de proyectos de Informática y yo como responsable del proyecto.
La experiencia que vivimos fue muy valiosa para el proyecto, Racsa asignó a Alejandro Moltanbán para que coordinara nuestra pasantía y pudieramos ver la parte comercial, técnica, los procesos del servicio, soporte a clientes, softwares que debían instalarse en la PC del cliente, en fin el servicio de Internet de la A a la Z.
Vimos las diferentes marcas y modelos de modems disponibles en el mercado, así como los problemas más comunes que presentaban.
Nos indicaron que usaban una combinación del navegador Mosaic y el marcador telefónico
Trumpet, que además era el software que permitía al Windows 3.1 conectarse a redes TCP/IP (Internet). Los Internautas pioneros recordarán muy bien el Trumpet, porque nos dió mucho dolores de cabeza, ya que usaba una tecnología que no estaba totalmente desarrollada y fallaba constantemente.
Un aspecto importante fue conocer como ellos tarificaban el servicio, debía ir atado a una línea telefónica existente y cobraban 30 dólares mensuales por 30 horas, calculando que el usuario promedio se conectaba una hora al día, luego se cobraba adicional si se sobrepasaban estas 30 horas. Nosotros en cambio decidimos cobrar 30 dólares pero con tiempo ilimitado de uso, en pesos eran RD$ 300 mensuales y esta tarifa se mantuvo mas o menos igual en República Dominicana para el servicio dial-up durante estos 14 años. Desmintiendo a los que siempre decían que el servicio de Internet de aquí era muy caro en relacióna otros países.
Otras decisiones que tomamos para impulsar el desarrollo del servicio fueron el que no se cobraran los minutos de servicio local medido para conectarse a Internet y que los usuarios del interior pudieran conectarse usando una línea 200, libre de cargos de larga distancia nacional. Esto último nos daba tambien cobertura nacional para el servicio de Internet. Esta estrategia no se usó en ningún país del mundo y hasta muchos años después vimos que en el resto de los países de América Latina y Europa estaban luchando por la “tarifa plana” para conectarse a Internet, que no es más que lo mismo que ya nosotros habíamos implementado desde el 1995. Hay que destacar que esa tarifa plana no se consiguió en esos países y lo que hicieron fue poner un número de acceso que cobraba menos por los minutos a Internet que lo que se cobraban a las llamadas de voz.
También vimos en Costa Rica las oportunidades de negocio que surgirían con el lanzamiento de Internet. Como la venta de computadoras y modems, la creación de páginas web para empresas, hosting, los servicios de soporte técnico, entrenamiento para usuarios, Internet Cafés.
Finalmente también tomamos la decisión de no ofrecer cuentas “Shell”, en las que se debían digitar comandos para ejecutar las funciones de Internet (algo así como el sistema operativo DOS para los que se acuerdan), y optamos por sólo ofrecer el servicio gráfico con el navegador porque iba a ser mucho más fácil de asimilar para el usuario.
Regresamos a Dominicana con todas nuestras inquietudes satisfechas y listos para implementar el servicio dial-up.