El código abierto, un aliado en tiempos de Covid-19
Santo Domingo. Bien sea para facilitar el trabajo o el estudio remoto, o para hacer posibles transacciones comerciales, en los últimos meses, la tecnología ha jugado un rol relevante. Gracias a ella, estas y otras actividades han tenido continuidad en medio de la coyuntura de salud que ha obligado a los gobiernos y a las empresas a cambiar sus dinámicas.
Este tiempo también ha sido óptimo para que, a partir del código abierto, se desarrollen soluciones tecnológicas que apoyen a los gobiernos en sus estrategias de manejo del Covid-19.
Al respecto, el Centro Mundial del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, PNUD, hizo una recopilación de herramientas basadas en este tipo de tecnología, como respuesta a la emergencia sanitaria.
De acuerdo con el análisis del organismo internacional, estas soluciones se dividen en cuatro áreas: monitoreo de la enfermedad, creadas para identificar la propagación de Covid-19 en una sociedad; prevención y contención, desarrolladas con el fin de minimizar el contagio; diagnóstico, para que ciudadanos y gobiernos confirmen los casos presentados, y recuperación, como su nombre lo indica, creadas para apoyar a los gobiernos y sociedades en la recuperación de la enfermedad.
Un caso puntual, por ejemplo, es el aplicativo TraceTogether de la Agencia de Tecnología del Gobierno de Singapur, GovTech, que para su desarrollo contó con el acompañamiento de Red Hat -líder mundial de soluciones TI empresariales de código abierto-.
Según explicó Dirk-Peter van Leeuwen, vicepresidente sénior y gerente general de Red Hat Asia-Pacífico y Japón en el medio especializado ComputerWeekly.com, la compañía ha asesorado a GovTech y otras organizaciones que están buscando el modelo de desarrollo de código abierto como una ayuda tecnológica en la gestión eficiente de la enfermedad.
También en Asia, exactamente en China, se valieron de las ventajas del código abierto para desarrollar un aplicativo que facilite el intercambio de información entre los proveedores de recursos y clientes potenciales como hospitales y organismos de socorro.
Y, de este lado del mundo, en la Universidad de Pensilvania en Estados Unidos, un equipo de expertos en salud desarrolló una herramienta que estima el impacto del Covid-19 en las ciudades.
Sin embargo, estos ejemplos no son los primeros en los que este tipo de tecnología se ha usado para desarrollos relacionados con el sector de la salud. El Ministerio de Salud de Argentina (MSAL) eligió a Red Hat OpenShift como base para implementar el proyecto Red Nacional de Salud Digital, bajo el concepto de atención sanitaria abierta y que se consolidó a través del Programa de Adopción de Contenedores de Red Hat.
Gracias a este desarrollo, el proyecto de la Red Nacional de Salud Digital del MSAL entrega un acceso equitativo a la información y a los servicios sanitarios, mejora la seguridad del paciente, brinda información más detallada de los indicadores nacionales de salud y acelera los servicios de infraestructura a través de su nube.
De acuerdo con el informe “El estado del código abierto empresarial” publicado en 2019 por Red Hat, históricamente, el código abierto ha sido utilizado en la modernización de la infraestructura de la TI para actualizar sistemas operativos propietarios, servidores de aplicaciones y software de virtualización.
“Más allá de la modernización de infraestructura de la tecnología de la información, el código abierto permite diversidad de posibilidades para la transformación digital, las herramientas de gestión en la nube, las bases de datos, entre otros”, afirma Martha Ardila, Gerente de Ventas para Centroamérica y el Caribe de Red Hat.
Por ejemplo, según las cifras del documento anteriormente mencionado, el cual se basó en una encuesta realizada a 950 líderes de TI en el mundo, el 44% de las empresas en Estados Unidos usan el código abierto para el desarrollo de aplicaciones y en América Latina, lo hace el 49% de las compañías encuestadas. En el caso de las bases de datos, el porcentaje de usabilidad alcanza el 39% en Estados Unidos y el 43% en Latinoamérica.
“Esta es solo una muestra de la diversidad de posibilidades que permite su uso para los desarrollos tecnológicos y que, con ocasión de la coyuntura mundial, este tipo de tecnología ha sido un aliado de gestión”, puntualiza la ejecutiva.