De la carreta de caballos a la fórmula uno en gestión de TI con los Kubernetes
Una solución innovadora como los Kubernetes, que impulsa Red Hat, ha abierto un mundo de eficiencia, pertinencia y seguridad para los equipos de TI en el mundo, dando buenos dividendos para empresas cada vez más digitales y conectadas dentro y fuera de sus sistemas.
Uno de los recursos más importantes cada día para la operación y eficiencia de una empresa es la arquitectura de software como plataforma, integrada y omnicanal. Desde hace un tiempo son más las empresas que cuentan con sus plataformas en la nube y éstas se estructuran en sistemas de contenedores.
La funcionalidad principal de estos contenedores, es agilizar los desarrollos de las aplicaciones que convergen en diversos entornos digitales del negocio, dentro y fuera de sus sistemas, y que son sinónimo de competitividad en un mundo cada vez más digital.
Ahora, nada de esto sería posible sin la evolución y cada vez mejor disposición e integración de los kubernetes.
Todo esto puede sonar complejo. Entonces, para explicar de una forma más sencilla este procedimiento que tiene lugar principalmente en la nube, imagine un cuarto lleno de ingenieros frente a sus computadoras, ellos son los encargados de cuidar el ecosistema digital y tienen acceso a las cadenas de contenedores a través de los cuales se desarrollan aplicaciones, cada vez más necesarias y útiles para la operación de la empresa. Hacen mantenimiento y los repararan para que funcionen en óptimas condiciones. Sin embargo, antes era un trabajo que se realizaba mediante procesos manuales de identificación de fallos, caducidad o debilidades en la arquitectura de software implementada, lo que demandaba más tiempo y causaba mayor demora en la operación.
A raíz de esto, surgió la necesidad de buscar una solución que pudiera automatizar esta labor, dando paso a un software de código abierto llamado Kubernetes. Una herramienta de gestión de contenedores que le facilitó la vida a los desarrolladores de software. Y Red Hat fue una de las primeras empresas que trabajó con Google en Kubernetes, incluso antes del lanzamiento, y se ha convertido en el segundo colaborador líder del proyecto anterior a Kubernetes.
“Kubernetes o k8s, es una plataforma open source que automatiza las operaciones y elimina muchos de los procesos manuales involucrados en la implementación y escalabilidad de las aplicaciones en contenedores. Las aplicaciones de producción real abarcan varios contenedores. Estos deben implementarse en varios hosts de servidores y su seguridad tiene varias capas, lo que puede resultar complicado. Kubernetes ofrece la capacidad de organización y gestión necesaria para implementar contenedores a escala para estas cargas de trabajo”, explica Martha Ardila, Gerente de Ventas Centroamérica y El Caribe para Red Hat.
La principal ventaja de usar esta tecnología en su entorno es que le ofrece la plataforma para programar y ejecutar contenedores en clústeres de máquinas virtuales y físicas. Permite implementar una infraestructura basada en contenedores en los entornos de producción, y depender completamente de ella. Kubernetes abarca todo lo referido a la automatización de tareas operativas y como la plataforma de organización de los contenedores de Linux®, ha favorecido el impacto positivo de esta tecnología en el entorno empresarial.
“Durante los últimos seis años, la visión de Red Hat ha sido transformar Kubernetes de una herramienta de contenedores útil, en una plataforma esencial para las arquitecturas de nube híbrida. Trabajamos dentro del proyecto de open source como uno de los colaboradores principales para comprender las prácticas recomendadas, las herramientas y las integraciones nativas de la nube y apoyar la adopción empresarial de Kubernetes”, agrega Ardila.
Para las empresas que diseñan su software en una plataforma de Kubernetes, la recompensa podría ser grande, con desarrolladores capacitados para hacer trabajo mejor y aplicaciones que se expandan y se adapten con flexibilidad en todas las nubes según sea necesario.
Asimismo las empresas pueden:
- Orquestar contenedores en múltiples hosts.
- Hacer un mejor uso del hardware para maximizar los recursos necesarios para ejecutar sus aplicaciones empresariales.
- Controlar y automatizar las implementaciones y actualizaciones de las aplicaciones.
- Montar y añadir almacenamiento para ejecutar aplicaciones con estado.
- Escalar las aplicaciones en contenedores y sus recursos sobre la marcha.
- Administrar servicios de forma declarativa, que garanticen que las aplicaciones implementadas siempre se ejecuten del modo que las implementó.
- Comprobaciones de estado y autoregeneración de sus aplicaciones con ubicación, reinicio, replicación y escalamiento automáticos.
Cada vez más, las soluciones y herramientas empresariales hacen parte del mundo digital y están dispuestas en ese espacio infinito que conocemos como la red. Y en este caso, si la compañía desarrolla y lanza sistemas de software a escala o aspira a hacerlo, Kubernetes debería ser una opción predeterminada.